miércoles, 1 de agosto de 2012

[Ensayo] De violencia, censura, y Batman.

Ok, esto no es un tema fácil. A decir verdad, la mayoría de las cosas que trato en estos textos no son tan sencillas. Pero estas ideas me han estado dando vueltas por la cabeza en las últimas semanas, desatadas por el lamentable tiroteo en Colorado, durante una proyección de The Dark Knight Rises, el pasado 20 de Julio. El caso, también llamado la Masacre de Aurora, resultó en la muerte de 12 personas -entre ellas una niña de 6 años- y 58 heridos.

Las circunstancias que rodearon a este hecho -como que haya transcurrido en una presentación de la última película de Batman, o que el perpetrador haya declarado “soy el Joker” como justificación por sus hechos- reabrieron el permanente debate al respecto de la violencia en los medios de comunicación, así como una gran cantidad de discursos de corte “Las películas violentas tienen la culpa”.

He estado queriendo escribir algo al respecto prácticamente desde que sucedió todo esto, pero no lo sentí algo correcto tomando en cuenta todo el polvo que se levantó al respecto. Pero creo que ya ha pasado tiempo y es algo que necesitaba sacarme del sistema. Intentaré que el próximo escrito no sea tan denso o trate algún tema más divertido, pero no puedo prometer nada -básicamente, porque no suelo escribir cosas no densas.

Bien, vamos allá. 

El debate entre la violencia social contra la violencia en los medios suele generar reacciones particularmente extremas en ambos lados. Generalmente, porque ambos lados ven a la “solución” como algo muy simple, y se ve a la otra posición no solo como algo equivocado, si no como algo sin importancia.

Aquellos que defienden la postura de la censura sienten que las películas violentas (Así como los juegos, series, comics, etcétera) son cosas tan arbitrariamente poco relevantes comparadas con la seguridad social o con vidas humanas, que sería mejor prohibirlas solo para asegurarse. De esta forma, aún si eso no soluciona el problema, no se perdería gran cosa.

Por otro lado, aquellos que defienden la libertad de expresión suelen ver que la sola idea de que temas oscuros y violentos puedan contribuir a la existencia de maldad en la sociedad como algo tan ridículamente sin sentido que ni siquiera vale la pena discutirlo.

Ahora, la mayoría de las veces, el lado de “¿Por qué deberíamos hablar de esto?” suele tratar el tema con la lógica de una piedra, en mi opinión, ya que hay muy pocas instancias donde exista algo que sugiera vagamente una relación causa-efecto, si es que existe.

Para usar algún ejemplo relativamente cercano de esta misma discusión: NO. Ni Las Tortugas Ninjas, ni Los Power Rangers, ni la lucha libre por televisión, ni Mortal Kombat, ni el anime causaron que los niños quisieran empezar a pelear. A los niños (Y al humano en general, pero uso la palabra “niños” para ponerme en contexto con el argumento) de por sí les gustan las peleas, y creo que eso es una verdad incuestionable.

Infortunadamente, mientras que el lado de “No hay nada que relacionar acá” es mejor para personas que, como yo, no creen en la restricción o censura de las expresiones artísticas, querámoslo o no, cuando un sicópata se viste como un villano de cómics, abre fuego en un cine y le dice a la policía que es el Joker, o cuando el culpable de los Atentados de Noruega de 2011, luego de matar a más de 70 personas, menciona que utilizó Call of Duty como herramienta de entrenamiento, resulta bastante irresponsable no conectar los puntos. Unos puntos muy poco confiables, creados por la mente desquiciada de un sociópata y asesino en masa, pero es mi opinión de que hay algo de lo cual debamos hablar tendido.

Iré directamente a la pregunta: ¿Es posible que la violencia en el entretenimiento no sea algo bueno para la sociedad? ¿Qué la prevalencia de imaginarios violentos, temas oscuros, antihéroes moralmente ambiguos, etcétera,  en la cultura popular, contribuye a un clímax donde las patologías de estos u otros sicópatas sean algo más extendido en la sociedad?

Puedo decir que sí. No me gusta, y no me encuentro calificado para considerarlo un hecho demostrable, pero puedo considerarlo algo posible. Así como también es posible que alguien me dispare en la cara mañana porque me gusta utilizar polera rojas y termine cruzándome con alguien poseído por un instinto asesino al ver el color rojo. Eso es porque POSIBLE no significa lo mismo que PROBABLE.


Pero, para ser más específico, ¿Es posible que, si trabajos como estos jamás hubiesen sido producidos, estos asesinos de los cuales estoy hablando no hayan encontrado avatares para que su demencia se formara y –por lo menos en sus mentes- enfocara en sus actos? Sí, es algo posible, no probable ni algo en lo cual realmente crea, pero en pos de la neutralidad y mi propia honestidad, tengo que admitir que es posible.
Pero creo que aquí es donde se aparece una pregunta que, al parecer, no muchas personas suelen hacerse: Posible o no, ¿Qué podemos hacer nosotros al respecto?

Aún si se pudiera demostrar sin lugar a dudas que The Dark Knight o su versión del Joker jamás hubieran existido, este desquiciado de Colorado nunca se hubiese “inspirado” para cometer estos actos –Y todos sabemos que no se puede demostrar eso-, sería algo completamente sin sentido el demostrarlo. La película ya existe. No puedes des-crearla, de la misma forma que no puedes des-matar a esas pobres personas. Y no, tampoco se puede decir: “Bueno, entonces evitaremos que puedan crear más películas o libros o juegos o cómics o series como esta, para prevenir que esto vuelva a pasar”, porque es imposible determinar a que se referirán la próxima vez que algo así pase.

Ese es el principal gran error en la postura de la llamada “censura bien intencionada”. Es directamente imposible determinar que rayos inspiró a estas personas a cometer estas matanzas hasta después de cometerlas. Charles Manson ha dicho repetidas veces que sus asesinatos fueron inspirados por una canción de los Beatles, y pueden apostar lo que quieran a que durante la grabación del White Album, George Martin, el productor del álbum, les haya dicho a la banda: “¿Saben? Helter Skelter es una gran canción, pero ¿Acaso no suena como algo que claramente inspiraría a un líder de culto estadounidense a cometer una serie de brutales asesinatos con el fin de comenzar una guerra racial apocalíptica?”

No puedes predecir las acciones de una persona demente. Esa es una de las cosas que lo convierte en un demente. Existimos en un mundo caótico, lo cual es algo frustrante, ya que significa que la gente caótica suele tener una ventaja sobre la gente relativamente más normal. No importa lo sicológicamente temeroso que te sientas al respecto de este tipo de tragedias, no se puede ir por el mundo censurando o prohibiendo cosas solo porque pienses que eso le podría dar malas ideas a la gente. Y eso por la sola razón de que, en una sociedad civilizada, no castigas a la gente inocente por los posibles crímenes de otras personas.

Finalmente, no puedo discutir que la seguridad de las personas sea algo importante, o mucho más importante que la seguridad de las películas y medios artísticos en general, pero si me veo en la necesidad de cerrar el tema levantándome en su defensa.

Realmente creo que el cine, los juegos, los libros, los cómics, la escultura, la pintura, y toda forma de arte, son algo sagrado, aún aquellos que puedan ser considerados triviales o desechables por ciertas personas. Las artes -sobre todo aquellas mal llamadas “de entretenimiento”- no son solo para distraernos, son nuestras voces más potentes, nuestra marca en el mundo, nuestro regalo al futuro. Son nuestro legado, la única forma de inmortalidad que podemos afirmar ciegamente que existe.

Y hablando como alguien que no solo es particularmente crítico con este arte, sino que también intenta hacer arte por sí mismo, preferiría condenarme antes que permitir que mi marca, o el legado de cualquier otra persona le sea negado el simple derecho de existir por algo que alguien pueda pensar, o que pueda pasar, como es que la violencia real manche este legado.

Por insensible que pueda sonar, el momento después de que tragedias como la de Colorado son instancias idóneas para hablar y reflexionar estos temas, así como mirarnos a nosotros mismos. Pero no son momentos para tomar decisiones imprudentes impulsadas por emociones derivadas de estos acontecimientos, con resultados que jamás podríamos predecir, ya sea censura, prohibición, o algo más.

Espero que este muro de palabras sirva para eso.

1 comentario:

  1. Bigo! Definitivamente eres uno de mis redactores favoritos. Eres detestablemente bueno en esto, y supongo que en muchas cosas mas, pero en esto relamente eres genial ``.
    TE FELICITO MALDITA SEA!
    :K

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